• Construye un espacio de juego para perros. Marca el espacio con una cerca de madera o hierro, bloques de cemento o piedras. La idea no es recluir a tu perro a esa área, sino sólo delinearla.
Coloca tierra y tal vez un poco de arena y cubre el área con hojas, madera, corteza de árbol, o algún otro tipo de mantillo.
Para estimular a tu perro a usar su nueva área de juego, asegúrate de que te vea enterrar uno de sus juguetes favoritos o algún delicioso snack en un rompecabezas para perros dispensador de golosinas, por debajo de la superficie y anímalo a encontrarlos.
Esconde algunos juguetes más justo debajo de la superficie mientras él está viendo y luego déjalo desenterrarlos.
Después entierra algunos juguetes cuando él no esté cerca e incítalo a encontrarlos. Repite está rutina las veces que sea necesario para ayudarlo a entender que esta área es suya.
Si le gusta excavar y con un poco de suerte, puede que lo hayas incentivado a limitar su excavación a su propio «patio».
• Agrega control canino del clima. Para ayudar a que tu perro esté cómodo en los días calurosos, y para evitar que cave en el suelo en busca de un lugar fresco para descansar, crea una fosa de enfriamiento en tu patio.
Cava un área poco profunda que sea lo suficientemente grande como para que tu perro se acueste cómodamente. Como revestimiento coloca una capa delgada de concreto húmedo sobre el espacio. Antes de que el concreto se seque, haz algunos agujeros en el fondo, del tamaño de un desarmador para permitir que drene.
Una vez que el concreto esté seco, cúbrelo con alrededor de seis pulgadas de arena blanca para arenero. Mantén la arena húmeda con agua durante los meses más calurosos del año,
es casi seguro que tu perro sabrá exactamente a dónde ir para refrescarse. Como ventaja adicional, cuando tu mascota se levante de su lugar, la arena simplemente se caerá cuando esté seca.
Otra opción para ayudar a que tu perro se mantenga fresco al aire libre es una piscina para niños. Elije una que esté elaborada con plástico moldeado resistente. Los lados de la piscina deben ser lo suficientemente bajos para que el perro pueda entrar y salir con facilidad.
Otra alternativa es construir una piscina para perro en el suelo al excavar un espacio para colocar su piscina de modo que sólo salga una pulgada o dos a la superficie.
Esto protege a la piscina de daños y mejora la apariencia de tu jardín. El único inconveniente de este diseño es que será más difícil de drenar. Puedes vaciarla o drenarla con un sifón o dejar que el agua se evapore.
Crea un Jardín Sin Olvidarte de Tu Perro
• Anticipa su vigilancia perimetral. Los perros rondan los límites de su territorio de manera rutinaria así que lo mejor será evitar plantar algo alrededor del perímetro de tu patio.
Considera la posibilidad de forrar su camino con vegetación ya que les da una buena sensación a las patas de los cachorros y también disfraza los espacios desgastados que se encuentran justo al lado de la cerca o borde de tu jardín.
Puedes utilizar agujas de pino, hojas u otros materiales naturales suaves. Ten en cuenta que si bien las piedras, rocas u otras superficies duras están bien para que las personas caminen, los perros prefieren superficies más suaves.
Si el camino al borde de tu jardín parece estar creciendo gracias a la actividad de patrullaje de tu perro, considera la posibilidad de colocar cercas ornamentales o alguna otra barrera por dentro a lo largo del borde del camino para evitar que tu perro haga un pasaje innecesariamente ancho que invade el resto de tu jardín.
• Protege tu jardín. Utiliza lechos elevados construidos con madera, ladrillo decorativo o piedra para todas tus plantas. Esto evitará que tu perro corra a través de tus vegetales, flores y hierbas, o que se acueste en medio de ellos para tomar una siesta. Otra opción es usar macetas para jardín.
Una tercera opción es construir una cerca simple alrededor de tu jardín. Puedes utilizar malla de alambre con postes de acero.
La cerca debe tener alrededor de 4 pies de altura. Asegúrate de enterrar la malla y los postes lo suficientemente profundo para que permanezcan seguros.
• Evita las plantas tóxicas y los químicos. Al elegir qué colocar en tu jardín, toma en cuenta que algunas plantas son tóxicas para las mascotas. Debes evitar todos los vegetales o mantenerlos lejos y a salvo de tu perro, incluidas las berenjenas, tomates, papas, cebollas y ruibarbos.
Las plantas potencialmente tóxicas incluyen a las dedaleras, belladonas y delphinium. Los árboles que debes evitar son los almendros y nogales, cerezos y árboles que produzcan frutos que contienen semillas.
Los insecticidas, herbicidas, pesticidas y fertilizantes que muchas personas utilizan en primavera para dar vida a sus pastos y jardines están llenos de productos químicos que son peligrosos para las mascotas.
La Compañía Espoma, que produce productos naturales y orgánicos para la industria del césped y del jardín, tiene una campaña sobre los pastos llamada Safe Paws (patas seguras) con el fin de ayudar a hacer conciencia acerca de las soluciones naturales de jardinería que mantienen a las mascotas saludables y seguras al aire libre. La compañía quiere que los propietarios cambien su césped de «comida rápida» a «comida saludable».
El método tradicional de cuidado del pasto propaga pesticidas tóxicos en todo el césped, esto representa un riesgo considerable para mascotas, niños y para el medio ambiente. Los fertilizantes sintéticos que contienen productos químicos de acción rápida y que están hechos con combustibles fósiles como el gas natural y el carbón son otro problema en el cuidado convencional del césped.
Estos productos químicos pueden quemar el pasto y matar tanto a lombrices de tierra como a los organismos beneficiosos que se encuentran el suelo. El exceso de fertilizantes puede filtrarse en las vías acuíferas cercanas, lo cual va a promover la contaminación y floración de algas nocivas.
El objetivo del cuidado orgánico del pasto es producir un césped y un suelo saludables a través de la utilización de fertilizantes orgánicos naturales. Un césped orgánico tiene sus raíces creciendo desde lo profundo del suelo, lo cual las hace menos vulnerables a la sequía, maleza, insectos, enfermedades y otros factores de estrés.
• Utiliza estacas de manera segura. Para sostener o estabilizar plantas o árboles jóvenes con estacas, evita usar alambres finos porque es probable que tu perro no los vea mientras anda alrededor de tu jardín. En cambio, ata tiras de tela, banderas o listones a los alambres o utiliza protectores de plástico.
Además, si estás plantando árboles jóvenes, en especial si tu perro es macho, protégelos con vallas de alambre durante los primeros dos o tres años.
• Lidia con las quemaduras de orina y los desechos de tu mascota. Existen varias maneras de tratar las marcas de quemaduras en el pasto ocasionadas por la orina de perro. Una manera es lavar la zona con una manguera en cuanto tu mascota haya orinado. También puedes cubrir el área con aproximadamente una pulgada de abono. Cualquier método ayudará a reequilibrar el pH de la tierra y reducirá las quemaduras de orina.
Lo más probable, es que el origen de este problema sea el pH alcalino de la orina de tu perro. Si el pH de la orina del perro es superior a 7 matará el césped. Con frecuencia los granos que contienen los alimentos para mascotas son la causa del pH elevado y eliminarlos de la alimentación de tu perro, en realidad puede hacer que su orina se convierta en un fertilizante en vez de un asesino de pastos.
Además, la mayoría de los perros están consumiendo alimentos secos que no contienen la humedad adecuada, esto da como resultado una orina demasiado concentrada y alcalina.
Si tu perro ya tiene un lugar específico en tu jardín, ya llevas mucha ventaja. Si todo el patio es su baño, considera entrenarlo para que utilice sólo un área. Recoge las haces de tu mascota tan pronto como puedas después de que evacue.
Considera la posibilidad de hacer tu propio digestor de desechos orgánicos con el fin de tratar las heces de los perros. Esto puede ser una gran idea, en especial para personas con perros grandes o para quienes tienen más de un perro.
Fuente: Mercola.com